Uno de los momentos centrales durante el desarrollo de Oscuridad visible fue la visita al Observatorio Astronómico de Aras de los Olmos, ubicado a más de cien kilómetros del campus.
Allí la vida diaria es silenciosa, solitaria y confinante. Los días son cortos y las noches, largas. La jornada laboral se extiende a lo largo de prácticamente todas las horas de vigilia. Es una vida ardua y sublime por igual, en la cual mirar el cielo es deseo, meta y encargo.